La marcha de Juan Carlos Izpisúa supondrá para el CMRB perder 18 de los 21 proyectos científicos que estaba desarrollando y que son propiedad intelectual de su ya exdirector, según el rotativo.
Juan Carlos Izpisúa presentó su dimisión en la última reunión del patronato del CMRB, celebrada el pasado lunes, y tras serle aceptada se nombró al científico Ángel Raya como su sustituto, añadieron las fuentes del Instituto Carlos III.
El pasado mes de noviembre el Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona anunció que había conseguido, por primera vez, crear minirriñones humanos a partir de células madre junto a investigadores del Hospital Clínic de Barcelona y del Salk Institute de California, donde Izpisúa es también profesor.
Tras la noticia, el Alto Comisionado del Gobierno para la Marca España, Carlos Espinosa de los Monteros, ha asegurado que la dimisión Izpisúa es una “mala noticia” para la Marca España.
Esta dimisión no se puede atribuir a problemas de financiación porque “el presupuesto de este centro no ha disminuido”, han dicho a Efe fuentes del Ministerio de Economía.
Las mismas fuentes han explicado que el pasado lunes Izpisúa presentó su carta de renuncia “a petición propia” y el patronato del CMRB -formado por quince miembros-, “la aceptó”.
“Izpisúa presentó su carta de renuncia a petición propia y el patronato se la aceptó pero el presupuesto del CNRB no se ha disminuido”.
De hecho, en 2013, tanto la Generalitat como el Instituto de Salud Carlos III “aportaron 1,7 millones cada uno al centro, por lo tanto, no es un problema de financiación”, han insistido las mismas fuentes.
El investigador será sustituido por el científico Ángel Raya, un nombramiento con el que la Secretaría de Estado de I+D+i -dependiente del Ministerio de Economía- pretende conseguir “un nuevo modelo de centro, con financiación más competitiva y un enfoque más trasnacional”.
Incompatibilidad de Izpisúa
Por otra parte, fuentes cercanas al patronato, han señalado a Efe que Izpisúa estaba en situación de incompatibilidad, ya que “el contrato con el CNRB exige exclusividad en España y, sin embargo, mantenía su empleo en el Salk Institute de California”.
Además, según las mismas fuentes, parece ser que “ha habido problemas, que se están estudiando, con la propiedad intelectual industrial de algunas patentes del CNRB”, que “se relacionaban más con el Salk Institute”, es decir, que algunas patentes del CNRB podrían estar “bastante vinculadas al instituto californiano”. EFEfuturo