Esta desasociación se consigue cuando se somete a las llamadas células de lugar -las cuales contribuyen a la creación de imágenes mentales- a técnicas “optogenéticas”, basadas en métodos genéticos y ópticos.
Estas células, situadas en el hipocampo del cerebro, se activan cuando un animal se encuentra en una localización que corresponde a su campo de actuación.
En su estudio, los expertos entrenaron a un conjunto de ratones para que asociaran determinados ambientes con cocaína, lo que hacía que prefirieran pasar más tiempo en estos lugares que en espacios similares sobre los que se aplicaron soluciones salinas.
Para cambiar esta percepción, los científicos aplicaron sobre las células de lugar técnicas optogenéticas, que provocaron que este grupo de células se volviera más sensible a la luz.
Tras ello y para detener la actividad de las células, los expertos emitieron ráfagas lumínicas sobre los ratones mientras exploraban las áreas con cocaína y las áreas con sal.
Técnica para “regrabar” el recuerdo
Como resultado, los roedores olvidaron su preferencia por los lugares con esta droga, lo que llevó a los científicos a concluir que con su técnica se puede “regrabar” el recuerdo. EFEFUTURO