Esta iniciativa, que se podrá ver hasta el 4 de marzo del próximo año y que luego viajará a Valencia, ha contado con el asesoramiento de la Agencia Espacial Europea (ESA), el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) y el Observatorio Astronómico de Roma.
Se divide en cinco grandes bloques y el primero de ellos hace un recorrido por las representaciones que diferentes civilizaciones como la griega, romana, india o azteca hacen del planeta vinculándolo al caos y la guerra; también acerca al visitante a los motivos de esa fascinación y enseña las peculiaridades y características del planeta.
Marte y la cultura popular
El segundo bloque pone la atención en la observación y estudio de Marte a lo largo de la historia, mientras que el tercero incide en cómo esta curiosidad por el planeta rojo se ha trasladado a la cultura popular, con películas y libros como Crónicas marcianas, de Ray Bradbury, o con la canción de Life on Mars, de David Bowie.
La cuarta parte acompaña al visitante por la exploración espacial de Marte a través de maquetas en 3D de las diferentes naves y de una gran instalación de luz que muestra las misiones más destacadas -hasta hoy se han realizado 43 relacionadas con Marte y menos de la mitad fueron plenamente exitosas-.
Destacan la misión Mariner 4, que el 14 de julio de 1965 puso fin a siglos de especulaciones fantásticas: las 22 imágenes tomadas a 10.000 kilómetros del planeta y enviadas por la sonda acabaron con la idea de la existencia de vida al mostrar un mundo inhóspito y hostil, señala la Fundación Telefónica en la documentación sobre esta muestra, que también enseña la misión Mars Express o ExoMars.
El último capítulo habla de futuro, de las misiones tripuladas previstas a Marte en 2030 (NASA) y de los desafíos.
Estas misiones, junto a la posibilidad de vida, fueron los temas de los que más se habló en la presentación de la exposición.
Misiones tripuladas a Marte
Javier Ventura-Traveset, portavoz de la ESA, ha recordado que la exploración es “parte del ADN humano: sin exploración no sobreviviremos”, y quien pise por primera vez Marte ya ha nacido en la Tierra.
Para ello, primero hay que terminar de resolver problemas como el de la radiación cósmica o la propulsión para despegar desde Marte y hay que conseguir un paso intermedio, el de ser capaces de traer a la Tierra muestras: nada de lo que ha ido al planeta rojo ha vuelto.
Este será el paso siguiente y ahí Europa es “un jugador claro”, con Exomars 2020.
Para Ignacio Arruego, jefe del área de ingeniería de Sensores Espaciales del INTA, se trata de problemas -a veces “exagerados”- que se resolverán, pero para eso, y ahí ha coincidido con el portavoz de la ESA, es necesaria la cooperación internacional e inversión.
Arruego ve factible una misión tripulada a Marte a finales de 2030, con un número reducido de tripulantes.
¿Qué no repetirías en el planeta rojo?
En cuanto a la posibilidad de vida, los expertos -también Juan Ángel Vaquerizo, del CAB- han coincidido en que, con independencia de la exploración en Marte, la próxima tecnología hará posible estudiar la composición química y física de las atmósferas de algunos de los exoplanetas descubiertos en los últimos años, lo que abre “todo un abanico de posibilidades”.
“Si la vida es tan frecuente e inevitable, la vamos a encontrar”, ha resumido Ventura-Traveset.
La exposición, coproducida con la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, también incluye piezas interactivas e invita a los visitantes a participar en la elaboración de un código de buenas prácticas sobre errores en la Tierra que no deberían cometerse en Marte; las conclusiones se enviarán a las agencias espaciales. Efefuturo