Entre otras muchas funcionalidades, el usuario de este dispositivo podrá acceder a un sistema de reservas de conciertos u otros espectáculos sólo con fijar su vista en el cartel publicitario.
Además, al dispositivo se le podrán plantear todo tipo de preguntas, como por ejemplo, dónde está el restaurante más cercano o pedirle que le guíe hasta el establecimiento en cuestión, sin necesidad de sacar un “smartphone” para localizarlo.
El experto ha explicado que un sistema integrado en las gafas permite asimismo otro tipo de funcionalidades, como transmitir mensajes a los invidentes para que puedan leer sin necesidad de Braille.
Además, como ya se ha demostrado en varias ocasiones, ha recordado, este aparato en pruebas está permitiendo a los médicos intervenir en operaciones sin estar presentes en la sala quirúrgica.
Según Beltrán, en cuatro o cinco años la implantación de las Google Glass podría enterrar a los teléfonos móviles inteligentes, para dar paso a un tipo de dispositivo que “nos devolverá esa mano”, ahora recluida siempre en el móvil, y de nuevo permitirá pasear con la mirada al frente.
La tecnología está cambiando drásticamente los hábitos de las personas, ha asegurado. Para ilustrar esta afirmación, se ha referido al nombramiento del Papa Benedicto XVI y la popular imagen de la plaza del Vaticano en la que todo el mundo hacía fotos con cámaras, mientras que, con el Papa Francisco, la gente grababa ya con el “smartphone” y las tabletas.
En su opinión, la tendencia futura pasa por retransmisiones en tiempo real de experiencias con las Google Glass, y que permiten hacer partícipes a otras personas de lo que contempla el que lleva puesto el dispositivo. EFEfuturo